viernes, 3 de diciembre de 2010

iHome 4G



Ya que está de moda todo lo relacionado con los móviles, ipod, y últimas tecnologías, os voy a hablar de una pequeña casa un tanto peculiar que se podría inscribir dentro de todos estos artilugios de última generación. Se trata de una casa que realiza acciones involuntarias, pero también voluntarias, cuando nosotros se lo pedimos.

Hay momentos en que nuestros esfínteres son incontrolables y nos obligan a ir al baño con urgencia, en el cual, tras tirar de la cadena, se encienden automáticamente los grifos para que uno se lave las manos. De lo contrario, la puerta de dicho habitáculo no se abre: LA HIGIENE ES FUNDAMENTAL.

Cuando uno sale del baño, se encuentra con un pasillo con poca luz, por lo que los interruptores se activan de forma automática, ya que si no se ve, es probable el tropiezo haciendo daño a las paredes de la casa.

La cocina siempre necesita mucha luz, ya que para alimentarse hay que cocinar, y cocinar a oscuras puede ser un peligro. Por lo que cada vez que se entra en la cocina la luz se enciende. Aquí, además, también hay un grifo, ya que para cocinar las manos y los alimentos tienen que estar limpios.

Pero a la hora de la verdad, no es lo mismo comer en la cocina que en el salón. Yo elijo el salón, curioso habitáculo que tras recibir el olor a comida procedente de la cocina va preparando la iluminación del mismo. De lo contrario podríamos ensuciarlo o lo peor, resultar heridos debido a una irrupción fallida de la comida en un ojo.

Por último, el salón cuenta con una pequeña terraza, que más que eso parece una selva, por lo que cuando las plantas tienen sed, se activan los grifos que hay en ella alimentando a estos feroces seres.

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